En Bolivia ha habido grandes avances para el acceso a la educación de la mayor parte de niños y niñas, y para que los jóvenes puedan beneficiarse de la educación superior en instituciones estatales. También se han incrementado los esfuerzos para la lucha contra el analfabetismo. Lo que nadie vio venir fue la llegada de la pandemia del COVID-19, y las diferentes necesidades que se presentan al migrar la educación tradicional con clases presenciales, a un ámbito virtual donde el acceso al aula es a través de dispositivos móviles o computadoras y en todos los casos internet es el único recurso para poder acceder.

El COVID-19 ha acentuado la desigualdad

No todos los estudiantes cuentan con la ventaja de tener una conexión a internet en casa, y se ven en la necesidad de comprar paquetes de megas para acceder desde su celular a sus clases, en otros casos no cuentan con un dispositivo móvil con la tecnología suficiente que exigen las plataformas de las aulas virtuales y menos si hablamos de computadoras para realizar sus trabajos.

Una solución creativa.

“Me preocupo por ti, conozco tus necesidades y las dificultades que ahora atraviesas por la gran demanda de materiales tecnológicos. Tu educación es mi prioridad, quiero que te conviertas en un gran profesional ”.

Fundación Equilibri, habilito un espacio cómodo y seguro pensado en dar una alternativa a los estudiantes, donde pueden acceder a la red de wifi gratis, respetando las medidas de bioseguridad y cuidando siempre la salud de los visitantes.

Para reforzar esta iniciativa el “Treballadors de l’Hospitalet” de Barcelona subvencionaron el proyecto para la adquisición de dos computadoras portátiles y el pago del wifi para continuar este apoyo a los estudiantes.

Ahora los estudiantes pueden visitar el AULA las veces que necesitan de forma gratuita, para hacer sus tareas, pasar clases sin dificultades, sin problemas de conexión y rendir exitosamente en sus clases.